Podría afirmarse que en todas las aulas de los colegios hay un calendario. Si para los adultos supone una manera de organizar nuestro quehacer diario, para los niños es un poderosa herramienta con la que, tímidamente, empezar a orientarse y contabilizar "su tiempo".
En el calendario rodeamos el día del mes y comprobamos que se corresponde con la columna del día de la semana para escribir la fecha en la pizarra.
También contamos los días que han pasado de ese mes y los que faltan para fechas señaladas (cumpleaños, festival de Navidad, salidas escolares...)
Representamos con los dedos de uno o varios niños las cantidades que hemos contado.
En el aula de 5 años leemos el número de la fecha descomponiéndolo en unidades y/o decenas y unidades (palillos).
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